sábado, 4 de abril de 2009

Estado de excepción

A pocos días de mi viaje al D.F. busco en el calendario del próximo mes la primera oportunidad para ir a Xalapa, como si Xalapa fuera la meta de todos los viajes. Lo pienso y me emociono, aunque sé que apenas haya puesto un pie en la ciudad todo se transformará, la imagen y el recuerdo de mi Xalapa cotidiana, la de antes, se me escapará de las manos, y otra vez estaré en eso que yo llamo estado de excepción. Es el precio por haberme ido. Estar de visita ahí es raro, rarísimo.

Todo es una excepción. Te conduces con la ansiedad de mirarlo todo, comerlo todo, respirar todo el aire; quieres que te llueva en pleno centro, que salga el sol y te seque la ropa encima, quieres encontrarte a medio mundo bajo el reloj de Enríquez (cuenta la leyenda que si quieres ver a alguien en particular, te paras bajo el reloj y si te concentras mucho esa persona aparece fijo).

Los amigos siempre te reciben con los brazos abiertos y uno se aprovecha de eso y secuestra los días laborales de casi todos, comemos a deshoras y nos desvelamos mucho, todo un exceso desordenado porque lo quieres todo y al mismo tiempo. Creo que, a menos que me mude de nuevo a Xalapa, jamás volveré a probar las comidas cotidianas y mágicas de René y Angélica, ni tontearé un par de horas en la computadora de Claudia mientras ella sale, entra, se da un baño, va a la guardería por Julián, vuelve, ignora mi presencia, luego repara en ella y se le antoja alguna cosa de las suyas.

El estado de excepción nos haría irnos al cine a mediodía, comer unos tacos de cochinita pibil en Tres hermanos, mirar escaparates, entrar de nuevo al cine, comer un paquete imposible de palomitas y beber casi tres litros de Coca-cola helada, luego nos daríamos cuenta de la hora, iríamos en taxi a buscar a Julián a la guardería, y sabrá dios qué pasaría después. Quizás jamás repita las escenas del diario con Rebeca, en nuestras citas de banqueta y las charlas en las bancas del Ágora, mirando hacia los Lagos, para volver a hablar de lo hablado, descubriendo el hilo negro (otra vez), muertas de risa, aguantando hasta el límite el frío del sereno de las siete de la tarde.

Tampoco volveré a pasar tiempo con Andrea y Daniel buscando estacionamiento en alguna de nuestras diligencias a alguna parte, muertos de sueño los tres, con ganas de un esquite de los Lagos justo en la otra punta de la ciudad. Ni tomaré un Caxa-Ávila Camacho, ni me cortaré el pelo en la calle de la peluquerías de la Progreso o iré al sobrerruedas, ni “comeré papel” con Manolito en la oficina del maestro Sergio, ni me abriré paso hacia el balcón, entre la pereza de Lola y Homero, en las tardes de mayo para pedirle a los de la marimba ambulante que nos toquen Dios nunca muere mientras Manolito y yo nos reímos y comemos galletitas saladas con Sprite.

A pesar de lo que he dicho, soy capaz de superar el estado de excepción y mucho más, disfrutarlo; así que sigo atenta al calendario mirando combinaciones de días festivos y horarios de ADO. Esta vez llevaré en mi bolso de mano algunos libros de poesía de viejos-nuevos conocidos, uno de Marisol Robles, otro de Alejandro Higashi y uno más de Roberto, sólo para poder leer estos fragmentos de camino:

Parque Juárez

Vino a ser un lugar para el mundo
Parque Juárez, con sus esculturas temporales
su humedad, boleros, centro cultural, cafetería
y hoy, mi recuerdo de gentes.
Qué gente tan hermosa aquella.

Don Benito Juárez
presidente de la República, masón, liberal, indígena, ilustrado
Todo eso para mi tan español por simple
eran cosas que no tenían la menor importancia
Después una frase al caer la tarde
Vámonos amor que no me gusta estar a estas horas en la calle

En el parque otros viven sin mí
aman, deshacen, sueñan,
su presente está servido en silencio
como una ráfaga de aire frío que los conmueve
Vámonos amor que no me gusta estar a estas horas en la calle

Roberto Gutiérrez Currás



Xalapa
IV

Aquí la gente es tan etérea que no
conoce precisiones;
nos vemos a las 4:00 significa
vernos siempre con los ojos
de las 4:00, sentarse luego a conversar de todas
esas cosas que con habitual
demora suelen siempre estar presentes a las 4:00.

Nos vemos a las 4:00 son
palabras que se dicen
a una nube, a un gesto conocido
o a la pura claridad de acerca con
su luz una pregunta,
sin que límite o azar se crucen al decirlas.

Nos vemos a las 4:00 con extraño
súbito sugiere saberlo todo y decirlo
siempre todo con una frase sola, que nadie encuentra
y que está siempre dormida en el camastro de una charla,
amigable o pálida, como un clavel
en el ojal de aquella ropa que el improviso nos entrega.

Alejandro Higashi



A Xalapa

ENTRES SOLES GRISES
voy adhiriendo mis pasos
a esta gastada ciudad
La lluvia alacia los recuerdos
Cuesta mantener el olor a casa
Hay un llanto de niña
sentado en mi espalda
No hay flores que alumbren
en ese desandar
de niebla.

Marisol Robles

2 comentarios:

Androssario dijo...

He vuelto a cambiar las cosas de la casa. Cuando creo que ya no hay forma de acomodar, me sorprendo, siempre la encuentro. Guardé otra vez la batería, así puedo tener más espacio y evito golpearme en codos y rodillas. Aún tengo planes de colgar los libros en estantería para que me deje espacio abajo y así poder tener los instrumentos más a la mano.
Mocosa… me gusta lo que escribes, me emociona siempre y lo sabes. Me doy cuenta de todo lo que te extraño. Las horas de plática interminables en casa, las comidas, pintar, escuchar música y tus recomendaciones de libros y autores. Extraño que llenes mi cabeza de ideas y terminar agotada. Extraño ver televisión (cualquier tontería), videos. Extraño tu emoción y el no saber esperar en cada nueva canción. Todo el apoyo y ánimos que me das cada que quiero rajarme. Las palabras después de un concierto, tu abrazo, chillar en la mesa de la cocina, todo eso y más, que no quiero que termine aunque estés lejos.

Aprendo de ti. Te quiero niña: Angie

Marudemarbella dijo...

Querida Martha, no se si Roberto y tu estais todavía por aquí, o ya habeis partido para Mexico, pero cada vez que oigo las noticias me acuerdo de vosotros, y me preocupa todo lo que está pasando y sobre todo por que os pueda perjudicar en vuestro viaje, con retrasos, ya que están exagerando mucho el tema.
Que tengais un buen viaje, y lo paseis bien.
Besitos.
Maru
( Me encanta como escribes y lo que escribes,todo.)